De acuerdo con este autor, en contraposición a la «defensa hombre a hombre» donde el adversario atribuido es la referencia de orientación, en la «defensa zonal» aquello que se pretende es crear una situación defensiva óptima fundamentalmente contra el portador de la pelota. “Por falta de un clavo se perdió una herradura, Por falta de una herradura se perdió un caballo, Por falta de un caballo se perdió un caballero, Por falta de un caballero se perdió una batalla, Por falta de una batalla se perdió el reino, Y todo por falta de un clavo de herradura.” Siendo ahora el momento de presentar las principales ideas que resultan de este trabajo, no queremos dejar de volver a subrayar que no se deben juzgar aquí las «partes» sin intentar, primero, entender el «todo». ». En las zonas alejadas de la portería, por representar una gran cantidad de espacio, las acciones defensivas deben tender hacia el «marcaje por anticipación». Aun así, pensamos que no es necesario hacer tanto énfasis en las acciones de «marcaje y anticipación» a realizar sobre los adversarios sin la pelota (sobre todo si tuviésemos en cuenta las múltiples interpretaciones posibles sobre la idea de «marcaje»). Estamos plenamente convencidos de que plantear «zonalmente» la organización defensiva influye decisivamente tanto en la eficacia del equilibrio defensivo en ataque y de la transición ataque-defesa como en el equilibrio ofensivo en defensa y en la transición defensa-ataque.
“Hoy sabemos que todo aquello que la antigua física concebía como elemento simple es organización. Conviene decir que, aunque no sea ésta la única forma posible de aclarar el funcionamento «zonal», parece ser, desde un punto de vista «concepto-metodológico», la más simple y ajustada. Es verdad que esa compactación puede resultar del simple agrupamiento de jugadores en las inmediaciones del área grande. Hay equipos que no sé muy bien porqué las camisetas ya vienen con opciones de jugadores, pero realmente se puede poner el nombre y número que cada uno quiera, aun si no se correspondiese con un jugador de fútbol. Las camisetas siguen mereciendo la pena en ese caso. Si le llega a uno más lejos, quiero que haya en ese lugar, reducción de espacio y de tiempo y coberturas permanentes junto al portador del balón. En efecto, para nosotros, el adversario en posesión de la pelota debe ser siempre presionado, para así verse limitado en términos de tiempo y espacio para pensar y ejecutar. Aunque coincidamos con el autor cuando éste afirma que las posiciones de la pelota, de los compañeros y de los adversarios son las tres referencias fundamentales para la orientación de los jugadores en términos defensivos, no podemos dejar de señalar que, para nosotros, la posición de la pelota y, en función de ésta, la posición de los compañeros, son por norma las más importantes.
Así, dice, un equipo «defiende zonalmente» cuando cada jugador administra una parcela del terreno de juego, dentro de la cual va modificando su posición en función de donde se encuentre la pelota, sus compañeros y los adversarios. Así, en parte, coincidimos con los autores cuando éstos señalan que, cuando se «defiende en zona», el jugador adversario que posee la pelota debe tener la sensación de estar jugando contra once jugadores, pues el equipo se comporta como un «todo» (una unidad) a la hora de defenderse. En el “juego en zona” de Marziali y Mora (1997), el jugador adversario en posesión del balón debe tener la sensación de estar jugando contra once jugadores. Marziali y Mora (1997) recurren también a las nociones de «lado fuerte», o lado donde se encuentra el portador de la pelota, y de «lado débil», o lado contrario a aquél donde se encuentra la pelota. Para conseguir estar junto, explican, son fundamentales las nociones de «lado fuerte» y de «lado débil».
Aquí, parece bien evidente la idea de que, cuando se «defiende en zona», lo que existe son diferentes espacios a ocupar por los jugadores en función de la posición del balón. Por eso (y para eso), la orientación de los defensas depende de tres referencias fundamentales: la posición de la pelota, de los compañeros y la de los adversarios. Según el entrenador español Pérez García (2002), con un «trabajo zonal» no se «marca» a ningún jugador adversario directamente, se ocupan zonas próximas o directamente relacionadas con la posición de la pelota. Ya el número de jugadores que deban hacerlo dependerá del gusto de cada entrenador y de las propias circunstancias del partido. Otros ejemplos muestran que el modo como se concibe la problemática de «jugar», y consecuentemente la organización del juego del equipo, puede ser diverso, sustancialmente diverso, camisetas de futbol 2023 de un entrenador a otro. Esto se podía intuir de las palabras de otros entrevistados también. Vamos a un ejemplo práctico: si tuviésemos en cuenta que para este autor «marcar» implica aproximación a los atacantes (ver punto 2.1.1.), preguntamos nosotros:¿Cómo se irá a acortar y estrechar el equipo como bloque, si los jugadores atacantes, para crear espacios, intentan alejarse unos de los otros? ¡Respuesta complicada! En el fondo, nos parece que, para reducir espacios, el equipo que defiende debe procurar depender lo menos posible de las acciones individuales del adversario.
En el caso de que usted amado este artículo informativo junto con usted desea ser dado más información sobre replicas camisetas futbol replicas camisetas futbol le imploro que detenga por nuestra página.