Ambas artistas interpretaron un mash-up de las canciones «We Can’t Stop» y el sencillo del año 2000, «Don’t Tell Me», siendo considerado este momento como «otro momento legendario de la música pop». El comienzo del profesionalismo fue difícil para Central y el rendimiento del equipo fue irregular: la indisciplina de algunos jugadores, malas adquisiciones, divisiones políticas en la dirigencia y problemas económicos hicieron que los resultados deportivos no fueran muy buenos.