Muy lejos estaba de conocer todos las posibilidades (y potencialidades que de ellas emanan) de esta forma de organización defensiva.Aún así, me daba cuenta en los partidos que tenía posibilidad de ver, que existían claras diferencias entre el «patrón defensivo» de los «grandes equipos» y el de los equipos de nuestro «fútbol doméstico». La zona tiene fundamentalmente que ver con la preocupación por los espacios, por las líneas y no por un individuo. Cuando se juega en la delantera con jugadores tipo Jankauskas o Capucho, que no son jugadores propiamente muy rápidos en distancias grandes, es importante presionar más adelante, robar la pelota en el medio campo adversario de manera que esos jugadores jueguen en la zona donde son más peligrosos. Pero son cosas puntuales, no es por eso que vamos a alterar nuestra forma de jugar”. Añade que en esta acción colectiva, todos los jugadores se deben desplazar para a zona donde está la pelota, para dificultar todas las posibilidades de pase. En su libro, Jorge Valdano hablaba apasionadamente sobre la «zona», parafraseaba Menotti (“La zona es libertad”), Maturana (“La zona hace de la defensa el arte de atacar”) y me deleitaba con las descripciones de la «zona» inteligente, agresiva y armoniosa del Milán de Sacchi.
“Nosotros analizamos a los adversarios, procuramos prever como se puede comportar contra nosotros, y procuramos posicionarnos en algunas zonas más importantes del campo en función de sus puntos fuertes. ” Garganta afirma que “la zona es la libertad de la responsabilidad colectiva, o sea, si en una defensa más individual yo estoy sometido al adversario,la zona me lleva a una responsabilidad colectiva, para que consigamos jugar como equipo. Es por esta razón por la que Frade (2002) afirma que “a partir del momento en que el hábito está instalado, camisetas de futbol 2023 la zona pressing es mucho más económica que la defensa hombre a hombre”. Se usa y se abusa del término, pero pocas veces se intenta aclararlo. Me obligó a reflexionar, a veces a tener que preguntarle para llegar a saber… Al Atlético de Madrid hay que reconocerle el hecho de haberse mantenido fiel durante tantos años a unos colores y a un diseño sin demasiado margen a la experimentación. Es cierto que ese hecho me llevo a sobrepasar, con mucho, el número de páginas habitual para un trabajo de esta naturaleza.
Los capítulos que siguen no serán más que el «punto de partida» que mejor nos parece servir para los propósitos del «viaje» que, cierto día, decidimos intentar concretizar. Si quieres ahorrar Compra ya tu Camiseta del Villarreal y disfrútala Ahorrando! Hasta en lo que dice respecto a muchas otras problemáticas subyacentes a la complejidad del «jugar». La «zona» de la que Valdano hablaba se aproxima a aquélla con la que tuve contacto por primera vez, aquélla a la que el profesor Vítor Frade hacía referencia en sus clases. Mi «zona», aquélla que fui «proyectando» en mi mente y que a la vez iba «tanteando» en el terreno, ¡ Benfica de Camacho fueron excepciones (bien visibles para mis ojos) que vienen a confirmar esta regla. Esta perspectiva de Camacho es apoyada por Valdano (1997a) y Lillo (2003) cuando evidencian que todos los equipos necesitan una forma colectiva que es la organización; que todo en el fútbol, incluyendo la creatividad, necesita apoyarse en un orden, en una base organizativa. Una necesidad frente a la «entereza inquebrantable» que el «jugar» debe manifestar.
En esta forma de organización defensiva, el equipo es como una «unidad comportamental». Camacho, por ejemplo, dice lo siguiente: “Si yo juego en zona, juego como quiero. Sólo un entendimiento del Juego como un «Todo» acepta un abordaje que no le retira al «jugar» su naturaleza, o sea, su «entereza inquebrantable». Por lo tanto, el equipo acaba por desequilibrarse posicionalmente en la transición, momento del juego que, como vimos, parece ser crucial. Oporto se asienta en un concepto completamente diferente de aquél que subyace al del Milán fundamentalmente por la forma cómo el entrenador luso quiere que su equipo organice el momento de la recuperación de la posesión. Mourinho va aún más lejos y aclara que cuanto más ofensivo sea un equipo, mejor tiene que saber defenderse, “principalmente en la transición, en el momento de la pérdida. Añade que el posicionamiento de esos jugadores “es siempre en función de la posición de la pelota”. Según los mismos autores, «marcar en anticipación» significa que el defensor deberá asumir una posición que le permita interceptar la pelota o colocarse entre el adversario y la portería, si el balón llega a su posición. Tienes tu posición y, a partir de ahí, si el balón va para otro lado, tu te desplazas quince metros; si viene para tu lado, te mueves quince metros hacia tu posición; atacas, quince metros.
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