El entrenador comenzó su mandato convencido de que la nueva era llegaría con una renovación generacional del plantel, por lo que en su mayoría llamó a futbolistas que estaban jugando en Primera División en lugar de jugadores del extranjero, al menos por primera vez. En la temporada 1927-28 la Real perdió el campeonato regional, pero en cambio logró, tras años fallando en el empeño, cuajar una gran campaña en la Copa del Rey de Fútbol.