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Página 15 - Fotos Camisetas libres de regalías - Pxfuel Oporto de Mourinho «defendía en zona», Jorge Barbosa (2002a), periodista de «A Bola», nos ayuda a esclarecerlas: “La receta de este equipo del F. C. Oporto es la receta para todos los tiempos: defensa en zona, buen trato del balón, y actitud atacante. Y si para Maradona era difícil superar una «defensa zonal», imagínese para jugadores como Deco, João Pinto, Pedro Barbosa o Simão, talentosos es verdad, mas de otra dimensión. Los inmortales de Sacchi merecían una mención especial en esta lista de equipos míticos. O sea, aunque compactos, los equipos no dejan de estar desorganizados al defender, con todas las consecuencias que de ahí puedan derivarse (no sólo en términos defensivos, sospechamos). Afirma también que, con esa forma de organización defensiva, estamos a dar una ventaja al equipo adversario, pues en vez de ser nosotros los repartamos los espacios, es el adversario el que los reparte a su gusto. ”. Como veremos en los párrafos que siguen, no somos los únicos en pensar de esta forma.

Copa América 2019: Marathon presenta camiseta que usará la s Son, por eso, vitales/críticos para la eficacia del equipo en los momentos que siguen. Probablemente porque de esa forma tenía menos espacio y tiempo para disponer de su creatividad y contaba con un equipo cohesionado enfrente. La defensa individual, sea ella restringida o zonal, es una forma más automática y más reactiva de defender”, dice. Cada una de ellas representa los cuatro idiomas oficiales del país: francés, italiano, alemán y romanche. O sea, es preciso percibir que en cada «juego» (cada idea del juego) requiere en «proporción» cada una de las dimensiones del juego (la táctica, la técnica, la psicología y la física) y que, si «trabajamos» aisladamente cada una de las dimensiones, no las «trabajaremos» en las «proporciones» correctas. No estamos de acuerdo, pues creemos que, incluso sin una configuración estructural del equipo en función de la forma como se ambiciona atacar, la «zona» («zona presionante» incluida) parece representar una gran ventaja a la hora de la transición defensa-ataque.

Vimos también que la «defensa en zona» parece ser la única forma de organización defensiva que responde de forma plena, coherente y eficaz a ese propósito. Hasta cierto punto, no deja de ser verdad que muchos consiguen ser compactos al defenderse, mas, en nuestra opinión, eso es el resultado, la mayoría de las veces, del simple (y fácil) agrupamiento de jugadores en las inmediaciones del área. Por ejemplo, para hacer una zona presionante avanzada, los momentos de transición tienen que ser hechos muy bien y por muchos jugadores y eso les exige permanente concentración. Miguel Leal va claramente al encuentro de nuestra idea: “La zona nos permite hacer presión con una determinada intención, según una idea colectiva. Esto es una consecuencia normal de defenderse en zona y no lo veo como un aspecto negativo. Casi no coincidimos en que sean los compañeros las primeras «referencias de posicionamiento», una vez que esa coordinación de los jugadores depende, también ella, de la referencia que es el balón. Es exactamente saber ocupar los espacios de maneira más correcta, cuando no se tiene la posesión del balón. Este último, por ejemplo, defiende que, “sin tener la posesión, podemos llevarlo a asumir comportamientos que podremos saber aprovechar y transformar en ofensividad.

En ese contexto, en el punto 2.2.2. intentamos evidenciar dos nociones – las nociones de «campo grande» y de «campo pequeño» – que, consideramos, pueden dar respuesta a esa necesidad. En la misma línea de pensamiento, Sánchez Martín (2002) refiere que, desde su punto de vista, se juega mejor ofensivamente contra equipos que hagan «marcaje hombre a hombre», en la medida en que eso permite llevar a los jugadores adversarios para zonas que nos interesan y así crear espacios libres. Por las mismas razones, también la «zona presionante» será siempre más económica bajo el punto de vista «físico» que un pressing «hombre a hombre». Nos atrevemos mismo a decir que ante un «jugar en reacción» de la «defensa hombre a hombre» se opone un «jugar en acción» de la «defensa en zona». «marcando individualmente» a cada uno de los once adversarios, aunque esto no significa que la mayoría de los equipos «defienda en zona». Ese grado de adaptación coherente le permite hacer intermitencias de alta intensidad a través de las que consigue recuperar muy rápidamente la pelota. “La zona permite crear condiciones positivas, porque sabemos que cuando robamos el balón disponemos de varios jugadores en zonas que pueden funcionar como primeras estaciones de recepción y que posibilitan, por ejemplo, sacar rápidamente la pelota de la zona de presión y salir jugando.